No me cabe tanto amor en un clóset
No es otro testimonio más, es otra versión del amor.
Entre miedos e incertidumbre y entre qué soy o no soy, siempre elegí creerme a mí y actualmente trabajo en serme leal.
Crecemos en familias y entornos distintos, quizás algunos más favorecedores que otros, sin embargo, la variable siempre es el miedo a lo desconocido que muchas veces se puede traducir en miedo al ¿qué dirán o pensarán de mí? Cuando alguien ajeno a nuestra situación nos aconseja, parece muy sencillo y en realidad lo es porque no vive lo que vivimos y aunque sus intenciones sean buenas no entenderán por completo por lo que pasamos.
Conocerme y aceptarme fue la parte más difícil. Desde el momento primero en que me reconocí ya no hubo marcha atrás, ya sabía lo que quería y aunque no tenía el rumbo descrito supe que tenía que caminar. La familia y los amigos están, algunos me apoyaron sin siquiera pedirlo, otros lo sabían aparentemente antes de que yo lo supiera y eso de alguna forma me reconfortó y tener esa conversación conmigo misma fue un parteaguas en mi historia. Una vez aceptándome como un ser que ama, me sentí segura y tranquila de que todo estaba en orden y las cosas poco a poco tomarían su lugar. Fue difícil.
El ser humano necesita la interacción con sus iguales, necesita sentirse aceptado y reconocido. Son necesidades igual de importantes que las biológicas como comer y respirar. Uno piensa que después de la parte difícil, el panorama se irá aclarando y quizás en un cierto punto puede ser así, sin embargo, el humano es también un ser en constante cambio y con la capacidad de adaptarse, esto quiere decir que muchas situaciones estarán fuera de nuestro control y por tanto siempre nos enfrentaremos a situaciones incómodas.
El amor es una situación que nos saca de nuestra zona de confort, no es algo lineal; cambia, tiene subidas y bajadas. Aceptarnos y tachar las etiquetas que otros nos han puesto también es algo fuera de nuestra zona de confort; es de valientes y fuertes.
Mis papás están de acuerdo con quien soy, pero no están de acuerdo con quien yo decidí querer.
Me aceptan como soy, no aceptan lo que elegí ser.
Aceptan la idea de que sea feliz, no aceptan los medios que tomé para serlo y es que ellos ahora están fuera de su zona de confort, pero adaptándose al entorno nuevo, es difícil y un cambio lento, pero lo intentan.
Y yo por mi parte también adaptándome y siendo
leal conmigo misma elijo amar, aceptarme y trabajar por mi felicidad. El amor
es muy complejo pero muy bonito y es mucho el que yo tenía como para guardarlo
dentro de un lugar.
Aída