#1 Historia del Café Japonés: Vivir la juventud en los 40s

 Yohei Sakai "el Café Japonés" es profesor del japonés, director coral y activista LGBTIQA+. Es originario de Japón y actualmente vive en la CDMX. Es fundador y director titular del Coro Yolizcuicatl, un coro comunitario para mujeres y diversidad LGBTIQA+. Además, recientemente fue nombrado como embajador de Yumana, A.C.

“... Soy uno de la minoría sexual” 

“Pero ¿qué quieres decir con eso? ¿que eres gay? 

“... Así es…” 

“...Ok… yo también.”            

 Esta fue nuestra interacción entre mi mejor amigo, en aquel momento, y yo cuando salí del clóset por primera vez, (bueno, obviamente traducida de japonés a español).

Nunca había dicho nada sobre mi orientación sexual a nadie. Yo tenía 23 años y mi amigo tenía 19 o 20 años. Yo estaba estudiando una maestría (que al final no terminé, por cierto), y mi amigo estaba en su primer o segundo año de la carrera. Los dos vivíamos en Tokio, estudiando en diferentes universidades. 

Les voy a ser sincero: nunca me imaginé que mi mejor amigo fuera gay. Ahora que lo pienso, los dos teníamos cierta “pluma”, pero era imposible en esa época, por lo menos para mí, pensar que alguien tan cercano fuera gay. Pues, no tenía ningún contacto con la comunidad LGBTQ. Había escasez extrema de la representación queer en mi país. 

De vez en cuando regreso a ese momento y pienso, ¡Qué casualidad que tu mejor amigo fuera gay sin que supieras! Recuerdo el momento con mucho cariño, hasta el comentario desafortunado que agregó mi amigo después de todo: 

“Ah, pero quiero aclarar que no va a haber nada entre nosotros. No eres mi tipo.” 

No esperaba nada, pero la verdad es que sí me dolió un poco… (debo confesar que mi amigo era bastante guapo). 

Puedo decir que este momento que les estoy contando representa el inicio de una etapa importante en mi vida: una etapa en la que por fin empecé a aceptar quién soy. Poco a poco empecé a tomar parte en las actividades para los hombres gays y para la comunidad LGBTQ. Una de esas fue cantar en un coro gay, la cuál tuvo una influencia directa a lo que me dedico actualmente (pero contaré sobre los coros en algún otro episodio ya que hay muchas cosas que decir). 

Les conté que ya estudiaba una maestría en el momento de mi primer “coming out”. Esto quiere decir que pasé toda mi carrera en clóset, incluyendo unos años de prepa. Esos años de juventud, cuando se supone que todos viven muchas experiencias de atracciones y enamoramiento, no existieron para mí. No me pude enamorar de nadie ni tuve ninguna amistad gay. No pude chismear de chicos guapos con nadie. Claro que estudié mucho y académicamente tuve muchos frutos, pero emocionalmente, siento que fueron vacíos. No me acuerdo mucho, honestamente. Tenía 17 años cuando me dí cuenta de mi orientación, así que fueron 6 años en total “hueco emocional”. 

Por eso, siempre hablo de la importancia de la representación. Ojalá hubiera tenido más representación en mi niñez. Ojalá más gente hubiera hablado de la aceptación e inclusión. Así, siento que hubiera podido aceptar quién soy mucho antes. A veces veo a los jóvenes de la actualidad con un poco de envidia en este sentido, pero también por eso participo en el activismo para que cada vez menos gente sienta ese hueco que tuve que experimentar. 

Ahora que tengo 40 años, todo esto es una memoria “bonita”. Sería una mentira si dijera que no tengo ningún arrepentimiento: pero viví cada momento en la mejor forma que podía en aquel entonces. Estoy aquí y soy quién soy gracias a todas estas experiencias. Además, en alguna forma, siento que ahora estoy viviendo mi juventud que no pude tener. Imaginense: dirijo los coros LGBTQ, hablo de mis experiencias en redes sociales y ¡hasta soy embajador de Yumana! Yo de hace 15 años no se imaginaría todo lo que he hecho hasta ahora. 

Vivamos cada momento al máximo. Para muchas personas LGBTQ, muchas cosas de la vida toman tiempo para llegar porque la mayoría inicia la vida siendo perdida en la heteronormatividad. Pero nunca es tarde: disfrutemos cada momento cuando llegue. 

Ya ven, por eso subo unas estupideces como aquel video en el que bailé “What is Love?” del grupo K-pop Twice; pues, si un hombre de mediana edad puede bailar K-pop en TikTok sin vergüenza, ¡ustedes también!

Yohei Sakai